Cierre Unidad 1 - Educar: ese acto político.

En esta unidad se abarcó los siguientes temas, la educación como perspectiva relacional, ubicada en una estructura de relaciones de poder, de dominación y en un sistema de entramado de significados que intenta sostener, subvertir, conmocionar o resistir esa estructura. Entendemos por relacional, la vinculación entre la producción de papas fritas y la educación, como plantea el texto de Apple. El autor se sorprende y no conecta ambas ideas hasta que su colega explica cuál es dicho vínculo. El hecho que existan papas fritas baratas en su país de origen, repercute en los países tercermundistas, vulnerando la calidad de vida de sus habitantes, y representa de esta manera la injusticia en la educación, salud y bienestar social. 
La estructura de significados que producen las prácticas hegemónicas, saturan las conciencias y se confirman con las prácticas. La hegemonía actúa saturando la conciencia de los individuos de modo que el mundo que ellos perciben y en el que actúan se convierte en el único mundo posible.
Constituyéndose así un sentido de realidad incuestionable para la mayoría de ellos, un sentido de lo absoluto, que experimentan de forma naturalizada.
La hegemonía penetra en el educador, en las formas de conocimiento, en la escuela como institución, se manifiesta por ejemplo, a través de un curriculum oculto, de prácticas inconscientes, de posicionamiento docente, quien a traves de los compromisos didácticos que asume los pone de manifiesto. 
Esta estructura conformada por las prácticas hegemónicas, se entrelazan con los mitos discursivos que las hacen proliferar y viceversa, muchos mitos discursivos se anclan en prácticas que son hegemónicas.
Barthes define 3 formas de ubicarse frente al mito, la primera es la del productor del mito, (parte del concepto y le busca una forma), la segunda, la del mitólogo o el descifrador del mito (distingue el sentido de la forma y denuncia la cohartada) y una tercera, el receptor-consumidor del mito; (quien recibe el significante como un todo inseparable de sentido y forma).
"Todo mito madura porque se extiende", dice Barthes. Los mitos son un habla, muchas prácticas hegemónicas se instalan a traves de los mitos modernos, los mitos eran usados para dominar, para conducir, para sostener relaciones de poder. El habla se transforma en mito, no por el contenido sino por su forma, es decir, la manera en que circula. Los mitos no buscan explicación, buscan comprobar. El signo mítico es un sistema de significación de segundo orden, los signos se vacían y se transforman, pero no lo hacen totalmente, se usa entonces un signo ya creado para adquirir un  nuevo significado.
El mito no oculta nada, solo deforma, se naturaliza y se tuerce entre la mentira y la confesión.   
La unidad cierra con el desarrollo de las ideologías (Marxismo, Fascimo, Populismo, Liberalismo, etc) que se entremezclan con las prácticas, principalmente aquí al definir el concepto o la idea de pobreza.