Cartas a mi futuro yo como docente...Marcela Mannella


Querida Marcela:

Han pasado muchos años desde el día que decidí escribirnos esta carta. Ante todo quisiera saber como está todo por ahí, ¿Has logrado todo lo que nos propusimos?  Sé que no fue un camino facil, sé que tuviste que alejarte por un tiempo, pero por suerte te armaste de valor y lo retomaste,  eso es algo que siempre nos voy a agradecer. La docencia siempre estuvo en nosotras, siempre fue parte de nosotras, la amamos desde el primer día, desde nuestro lugar de estudiantes  y aun más seguramente lo hacemos desde nuestro lugar de docente.
Te estarás preguntando por que nos escribo esta carta, como nos conozco tanto, sé que no es necesario que nos dé una respuesta, pero sé que no está de más recordarnos algunas cosas, por lo tanto espero que nunca olvides quienes fuimos y quienes somos, que seas fiel a nosotras mismas y que ante todo tu objetivo  principal sea la enseñanza.
Una enseñanza que sea para todos y no para unos pocos, bien sabemos que tuvimos que mamar tiempos en donde la educación supo estar bajo la lupa, donde las políticas dominantes de la época quisieron hacernos creer que no todos eran merecedores de tal derecho. Una  época, en donde nuestros docentes se encontraban  batallando diariamente por sus derechos, los cuales estaban en una continua puja de poderes. Es tan importante que no olvides esas luchas, que si bien nuestro objetivo principal es la educación, no nos olvidemos  como educadores, no esquivar la mirada frente a las injusticias y atropellos es también educar, es enseñar al otro a no dejarse vapulear por discursos agresivos que no contemplan a la educación como un todo para todos. Además, me gustaría que desde nuestro lugar podamos guiar sujetos libres, críticos, que puedan pensar por sí mismos  que vean los matices, que no todo es tal cual se les muestra, que aprendan a leer entre líneas. Debemos hacerles ver  la necesidad de escuchar todas las voces y reconocer en cada discurso aquello que se esconde, que no se deja ver. Enseñarles que el otro también es parte de nosotros y sientan sus necesidades como propias. Que no se dejen engañar por falsas promesas. Sé que nos voy a sonar reiterativa, pero sería tan importante que puedas hacerles ver a tus alumnos, que todos tenemos derechos a la educación, que no es un privilegio de pocos  sino un derecho de todos. ¿Te acordás?  Nosotras sufrimos  esas políticas neoliberales que nos querían hacer creer que la educacion no cumplía con los estandartes requeridos, que era una educación mediocre, pobre; su  mayor argumentos fue que los sistemas  escolares eran ineficientes, de inequidad, y que  poseían una mala calidad productiva, por consecuencia las políticas educativas se trasformaban  en una lógica de mercado. Por suerte nosotras nunca compramos ese discurso, bien sabemos que la educación no se vende y que son ellos quienes empobrecían la educacion con sus ideologías de egoísmo, de mirar al más débil como lo malo, como lo que molesta, como lo que no entra en el sistema. Espero que cuando estés leyendo esta carta, lejos hayan quedado estos días de atropello.
En lo personal me gustaría que nunca olvides de quien parió estas palabras,  que siempre tengas presente  porque elegimos este hermoso camino de la docencia, el cual no solo implica tener amor por la enseñanza sino también hacer que el otro sienta amor por aprender. Recuerda, ser docente es intentar  enseñar con el ejemplo, inculcar al otro a pensar  con libertad, que no tenga miedo de expresar sus ideales. Que no vea a la política como algo malo, que no olvide que educar también es hacer política. Y por sobre todas las cosas: que nunca, por nada del mundo reprimas las voces de todo aquel que quiera hacerse oir.

Marcela alumna 2019

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