Debemos crear argentinos capaces de vivir en la incertidumbre y disfrutarla...vs saberes productores de inclusividad social...
/ Clase 22-10-2019
Frente al análisis de algunos fragmentos de los diseños curriculares venideros (Marco de Organización de los Aprendizajes (MOA) y Saberes coordinados y aprendizaje basado en proyectos, detectamos algunas cuestiones que no terminan de convencernos demasiado. Por ejemplo, cita en el MOA; el perfil del egresado describe así al mismo:
“La educación de calidad es un proceso habilitador para que los/las jóvenes sean protagonistas de su propia vida y ciudadanos conscientes de sus derechos y obligaciones, capaces de contribuir al mejoramiento de sus comunidades locales y al mundo complejo y cambiante en el que viven, interpelando la realidad, comprendiendo su historia, resolviendo los desafíos que la sociedad les presenta, con criterios flexibles, respetuosos de los otros y sosteniendo posicionamientos éticos y democráticos. Para ello, los/las estudiantes necesitarán aprender haciendo y utilizando los conocimientos, estrategias, métodos, lenguajes y modos de pensar de las disciplinas o áreas del conocimiento. A lo largo de su trayectoria escolar, desarrollarán las capacidades para actuar y desenvolverse con plena autonomía y ejercer su libertad con responsabilidad para construir su proyecto de vida en el marco de una sociedad democrática. Se constituirán en ciudadanos nacionales y globales, con capacidad para hacer dialogar sus orígenes culturales con su participación en una humanidad global, diversa e interconectada. Estamos situados en un momento histórico de grandes transformaciones que presenta nuevos desafíos en relación con lo que los/las estudiantes necesitarán saber para participar activamente del mundo laboral, social y cultural futuro. En contextos de creciente incertidumbre y complejidad, educar para lo conocido, para las rutinas, habilidades y conocimientos establecidos ya no constituye una práctica con sentido y relevancia social, que contribuya significativamente a las finalidades de la educación secundaria. Es fundamental que la educación se oriente al desarrollo de las capacidades y predisposiciones para aprender durante toda la vida, para el trabajo individual y en equipo con diálogo y respeto por la diversidad, permitiendo consolidar una identidad personal que integre la cultura y la tradición con la innovación y el cambio”.
Poner el acento en el desarrollo de capacidades, globalización, competencias, pensamiento crítico, incertidumbre, mundo cambiante, ciudadanos adaptables y flexibles… Fue en Febrero de 2017 que se viralizó en las redes sociales un video de una charla en la que el ministro de Educación en ese momento, Esteban Bullrich, dijo: "debemos crear argentinos capaces de vivir en la incertidumbre y disfrutarla". Bullrich dijo esta frase en el panel "La Construcción del Capital Humano para el Futuro" en el Foro de Inversiones y Negocios, más conocido como Mini Davos, que tuvo lugar en el Centro Cultural Kirchner en septiembre de 2016. "Hay que entender que no saber lo que viene es un valor", dijo Bullrich, en una charla acerca de los objetivos de la educación en los próximos años…Como docentes debemos estar atentos a que el contenido sea dado y no distraernos con cotillón de fiesta y palabras engañosas, o sea que el contenido no se negocia, es imposible lograr un pensamiento crítico si antes no se dieron contenidos (vaciamiento de contenidos y énfasis en las capacidades), el pensamiento crítico no es saber justificar una postura con argumentos fundados, sino descubrir tras el sentido común, el pensamiento único, la naturalización de ciertas prácticas, reproducción de saberes, la desigualdad vigente…la mentira…
El pensamiento crítico se define social y comúnmente como: “Un proceso que se propone analizar, entender y evaluar la manera en la que se organizan los conocimientos que se pretenden interpretar y representar en el mundo, en particular las opiniones o afirmaciones que en la vida cotidiana suelen aceptarse como verdaderas”. El pensamiento crítico “per se” se puede usar para el bien o para el mal si lo juzgamos…por ejemplo, hace algunos años atrás, en 2016, el filósofo Alejandro Rozitchner pidió un "cambio" en los valores educativos nacionales para que "los chicos sean felices, capaces y productivos": "El pensamiento crítico es un valor negativo" dijo a la Nación, "Los docentes gustan decir que quieren que sus alumnos desarrollen pensamiento crítico, como si lo más importante fuera estar atentos a las trampas de la sociedad", Para el filósofo, ese enfoque es "ineficaz". "¿Cómo hacemos que la educación les sirva a los chicos? ¿Cómo hacemos para que la educación de a los chicos algo que los haga más felices, capaces y productivos?", se preguntó Rozitchner. El filósofo, uno de los intelectuales vinculados al gobierno de Cambiemos, dijo que el "pensamiento crítico" es un "valor negativo" enseñado en las escuelas nacionales. "Lo que propongo es que los docentes asuman el desafío de desarrollar el entusiasmo de sus alumnos, las ganas de hacer, el interés por algo, las ganas de avanzar y de crecer", se respondió el filósofo, que organiza "talleres de entusiasmo". Para Rozitchner, lo "más importante" no es "criticar la sociedad y señalar sus defectos", sino desarrollar "la capacidad creativa, la invención, la comprensión, el deseo, las ganas". Agregó: "Hay una locura crítica que atraviesa el pensamiento nacional. La crítica es una de las funciones del pensamiento, pero no la principal", dijo. "Después nos sorprendemos de que los adolescentes estén desapasionados, pero antes los enterramos en el sinsentido, en la idea de que el más crítico es el más inteligente". Rozitchner dijo que hay dos sentidos de la palabra crítica: "Evaluar objetivamente, o captar la trampa, la negatividad. Y en el primer caso también se da un paso negativo, porque no siempre hay que ubicarse con objetividad ante algo", dijo. Finalizó con estas palabras: "Lo más valioso es que uno pueda querer algo. Entusiasmarse, las ganas de vivir, son más importantes que el pensamiento crítico y la objetividad. Y hay que entrenarse en este poder dormido que aplastamos con el hábito de la queja, el descontento, y la insatisfacción".
Entonces, a partir de estos planteos por parte del gobierno, ya no nos parece inocente la idea de enfatizar un aprendizaje basado en problemas y proyectos. Un enfoque en las capacidades, donde el alumno aprenderá a ser flexible, creativo, innovador, adaptable... donde pueda navegar en un mar de incertidumbre y salvarse a sí mismo, principalmente. Fomentar la meritocracia y tapar las desigualdades, porque en ningún momento podemos vislumbrar una sociedad del siglo XXI que quiera resolver o plantear conflicto de intereses. El desarrollo de capacidades, resolver problemas, trabajar colaborativamente, pensar críticamente, elaborar hipótesis y defenderla…trabajar con el otro, se asocia a una sociedad de iguales, es una visión quirúrgica de la realidad. El riesgo de pensar en capacidades vacías de contenido es no poder develar nunca las injusticias, percatarse de ellas es fundamental, el pensamiento crítico no se logra analizando datos. Como docentes debemos comprometernos a defender el contenido y poder llevar ese pensamiento crítico a las prácticas.
El texto de Cullen, finaliza con estas palabras que compartimos:
“Ni enciclopedia, ni tecnocracia, ni mera competencia: enseñemos saberes productores de inclusividad social. Pero esto implica, que el pensamiento no se ve ni se toca, pero pesa. Hay una geocultura del pensamiento, y tenemos que estar dispuestos a acoger los modos diferentes de estar, y desde ahí pensar. Aprendamos a traducir, en el sentido de ser capaces de ponernos en lo que el otro piensa y me puede enseñar”.
“Que los saberes aumentan nuestra potencia de actuar, y resistirnos, en este sentido, a que las cosas meramente nos pasen. Si aumentamos nuestra potencia de actuar, seremos más libres y liberaremos alternativas de una humanidad incluyente. Y, sobre todo, ganaremos alegría, ese afecto o sentimiento que decía Spinoza que aumenta nuestra potencia de actuar”.
“Pero actuar es siempre una respuesta la interpelación del otro, somos desde siempre guardianes de nuestros hermanos, vulnerables a su interpelación, y por lo mismo responsables de su inclusión”.
Fuentes:
“De las competencias a los saberes productores de inclusividad social”. 2008, C. Cullen.
https://www.eldestapeweb.com/bullrich-polemico-debemos-crear-argentinos-capaces-vivir-la-incertidumbre-y-disfrutarla-n25745
https://www.argentina.gob.ar/educacion/secundaria-federal-2030/marcos-pedagogicos
http://abc.gov.ar/nuevoformatosecundaria/sites/default/files/documento_saberes_coordinados_y_abp.pdf
https://www.lanacion.com.ar/politica/alejandro-rozitchner-el-pensamiento-critico-es-un-valor-negativo-nid1968830
Frente al análisis de algunos fragmentos de los diseños curriculares venideros (Marco de Organización de los Aprendizajes (MOA) y Saberes coordinados y aprendizaje basado en proyectos, detectamos algunas cuestiones que no terminan de convencernos demasiado. Por ejemplo, cita en el MOA; el perfil del egresado describe así al mismo:
“La educación de calidad es un proceso habilitador para que los/las jóvenes sean protagonistas de su propia vida y ciudadanos conscientes de sus derechos y obligaciones, capaces de contribuir al mejoramiento de sus comunidades locales y al mundo complejo y cambiante en el que viven, interpelando la realidad, comprendiendo su historia, resolviendo los desafíos que la sociedad les presenta, con criterios flexibles, respetuosos de los otros y sosteniendo posicionamientos éticos y democráticos. Para ello, los/las estudiantes necesitarán aprender haciendo y utilizando los conocimientos, estrategias, métodos, lenguajes y modos de pensar de las disciplinas o áreas del conocimiento. A lo largo de su trayectoria escolar, desarrollarán las capacidades para actuar y desenvolverse con plena autonomía y ejercer su libertad con responsabilidad para construir su proyecto de vida en el marco de una sociedad democrática. Se constituirán en ciudadanos nacionales y globales, con capacidad para hacer dialogar sus orígenes culturales con su participación en una humanidad global, diversa e interconectada. Estamos situados en un momento histórico de grandes transformaciones que presenta nuevos desafíos en relación con lo que los/las estudiantes necesitarán saber para participar activamente del mundo laboral, social y cultural futuro. En contextos de creciente incertidumbre y complejidad, educar para lo conocido, para las rutinas, habilidades y conocimientos establecidos ya no constituye una práctica con sentido y relevancia social, que contribuya significativamente a las finalidades de la educación secundaria. Es fundamental que la educación se oriente al desarrollo de las capacidades y predisposiciones para aprender durante toda la vida, para el trabajo individual y en equipo con diálogo y respeto por la diversidad, permitiendo consolidar una identidad personal que integre la cultura y la tradición con la innovación y el cambio”.
Poner el acento en el desarrollo de capacidades, globalización, competencias, pensamiento crítico, incertidumbre, mundo cambiante, ciudadanos adaptables y flexibles… Fue en Febrero de 2017 que se viralizó en las redes sociales un video de una charla en la que el ministro de Educación en ese momento, Esteban Bullrich, dijo: "debemos crear argentinos capaces de vivir en la incertidumbre y disfrutarla". Bullrich dijo esta frase en el panel "La Construcción del Capital Humano para el Futuro" en el Foro de Inversiones y Negocios, más conocido como Mini Davos, que tuvo lugar en el Centro Cultural Kirchner en septiembre de 2016. "Hay que entender que no saber lo que viene es un valor", dijo Bullrich, en una charla acerca de los objetivos de la educación en los próximos años…Como docentes debemos estar atentos a que el contenido sea dado y no distraernos con cotillón de fiesta y palabras engañosas, o sea que el contenido no se negocia, es imposible lograr un pensamiento crítico si antes no se dieron contenidos (vaciamiento de contenidos y énfasis en las capacidades), el pensamiento crítico no es saber justificar una postura con argumentos fundados, sino descubrir tras el sentido común, el pensamiento único, la naturalización de ciertas prácticas, reproducción de saberes, la desigualdad vigente…la mentira…
El pensamiento crítico se define social y comúnmente como: “Un proceso que se propone analizar, entender y evaluar la manera en la que se organizan los conocimientos que se pretenden interpretar y representar en el mundo, en particular las opiniones o afirmaciones que en la vida cotidiana suelen aceptarse como verdaderas”. El pensamiento crítico “per se” se puede usar para el bien o para el mal si lo juzgamos…por ejemplo, hace algunos años atrás, en 2016, el filósofo Alejandro Rozitchner pidió un "cambio" en los valores educativos nacionales para que "los chicos sean felices, capaces y productivos": "El pensamiento crítico es un valor negativo" dijo a la Nación, "Los docentes gustan decir que quieren que sus alumnos desarrollen pensamiento crítico, como si lo más importante fuera estar atentos a las trampas de la sociedad", Para el filósofo, ese enfoque es "ineficaz". "¿Cómo hacemos que la educación les sirva a los chicos? ¿Cómo hacemos para que la educación de a los chicos algo que los haga más felices, capaces y productivos?", se preguntó Rozitchner. El filósofo, uno de los intelectuales vinculados al gobierno de Cambiemos, dijo que el "pensamiento crítico" es un "valor negativo" enseñado en las escuelas nacionales. "Lo que propongo es que los docentes asuman el desafío de desarrollar el entusiasmo de sus alumnos, las ganas de hacer, el interés por algo, las ganas de avanzar y de crecer", se respondió el filósofo, que organiza "talleres de entusiasmo". Para Rozitchner, lo "más importante" no es "criticar la sociedad y señalar sus defectos", sino desarrollar "la capacidad creativa, la invención, la comprensión, el deseo, las ganas". Agregó: "Hay una locura crítica que atraviesa el pensamiento nacional. La crítica es una de las funciones del pensamiento, pero no la principal", dijo. "Después nos sorprendemos de que los adolescentes estén desapasionados, pero antes los enterramos en el sinsentido, en la idea de que el más crítico es el más inteligente". Rozitchner dijo que hay dos sentidos de la palabra crítica: "Evaluar objetivamente, o captar la trampa, la negatividad. Y en el primer caso también se da un paso negativo, porque no siempre hay que ubicarse con objetividad ante algo", dijo. Finalizó con estas palabras: "Lo más valioso es que uno pueda querer algo. Entusiasmarse, las ganas de vivir, son más importantes que el pensamiento crítico y la objetividad. Y hay que entrenarse en este poder dormido que aplastamos con el hábito de la queja, el descontento, y la insatisfacción".
Entonces, a partir de estos planteos por parte del gobierno, ya no nos parece inocente la idea de enfatizar un aprendizaje basado en problemas y proyectos. Un enfoque en las capacidades, donde el alumno aprenderá a ser flexible, creativo, innovador, adaptable... donde pueda navegar en un mar de incertidumbre y salvarse a sí mismo, principalmente. Fomentar la meritocracia y tapar las desigualdades, porque en ningún momento podemos vislumbrar una sociedad del siglo XXI que quiera resolver o plantear conflicto de intereses. El desarrollo de capacidades, resolver problemas, trabajar colaborativamente, pensar críticamente, elaborar hipótesis y defenderla…trabajar con el otro, se asocia a una sociedad de iguales, es una visión quirúrgica de la realidad. El riesgo de pensar en capacidades vacías de contenido es no poder develar nunca las injusticias, percatarse de ellas es fundamental, el pensamiento crítico no se logra analizando datos. Como docentes debemos comprometernos a defender el contenido y poder llevar ese pensamiento crítico a las prácticas.
El texto de Cullen, finaliza con estas palabras que compartimos:
“Ni enciclopedia, ni tecnocracia, ni mera competencia: enseñemos saberes productores de inclusividad social. Pero esto implica, que el pensamiento no se ve ni se toca, pero pesa. Hay una geocultura del pensamiento, y tenemos que estar dispuestos a acoger los modos diferentes de estar, y desde ahí pensar. Aprendamos a traducir, en el sentido de ser capaces de ponernos en lo que el otro piensa y me puede enseñar”.
“Que los saberes aumentan nuestra potencia de actuar, y resistirnos, en este sentido, a que las cosas meramente nos pasen. Si aumentamos nuestra potencia de actuar, seremos más libres y liberaremos alternativas de una humanidad incluyente. Y, sobre todo, ganaremos alegría, ese afecto o sentimiento que decía Spinoza que aumenta nuestra potencia de actuar”.
“Pero actuar es siempre una respuesta la interpelación del otro, somos desde siempre guardianes de nuestros hermanos, vulnerables a su interpelación, y por lo mismo responsables de su inclusión”.
Fuentes:
“De las competencias a los saberes productores de inclusividad social”. 2008, C. Cullen.
https://www.eldestapeweb.com/bullrich-polemico-debemos-crear-argentinos-capaces-vivir-la-incertidumbre-y-disfrutarla-n25745
https://www.argentina.gob.ar/educacion/secundaria-federal-2030/marcos-pedagogicos
http://abc.gov.ar/nuevoformatosecundaria/sites/default/files/documento_saberes_coordinados_y_abp.pdf
https://www.lanacion.com.ar/politica/alejandro-rozitchner-el-pensamiento-critico-es-un-valor-negativo-nid1968830
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